sábado, 22 de enero de 2011

ENTREVISTA 2007

Las mismas preguntas de siempre. Creo que voy a poner una página de FAQs en mi blog… no suena mal, creo que eso voy a hacer y de paso subo unos tutoriales que tengo por ahí.

OK, como ya decidí que lo voy a poner en mi web voy a contestar muy directo, así que ya ustedes disculparán algunas asperezas. Entre paréntesis... los entrevistadores escolares tienen una ortografía pésima, cada día desde hace ocho años que los estudiantes de Diseño y/o Artes Visuales me vienen haciendo cuestionarios, y es notable cómo se va perdiendo paulatinamente el ejercicio de la ortografía... digo, no es tan malo, pero me salta a la vista como un indicio de la caída del sistema educativo.

¿Dónde estudiaste, qué estudiaste, o en su defecto, qué tan bien lo estudiaste?
Abandoné la escuela a los 18 años. Estudiaba para Técnico en Máquinas Herramienta en el Politécnico, en la Vocacional 7, de ahí quería pasarme a la ESIME. Quería ser Ingeniero en Aeronáuntica, pero caundo descubrí que en México no se fabrican aviones y que como Ingeniero en Aeronáutica acabaría -si bien me iba- dando mantenimiento a los aviones de Aeroméxico, me desanimé. La escuela empezó a perder interés para mí, luego conocí a un vato muy vago que estudió Filosofía y Letras en la UNAM: Miguel Angel Roz, otro desertor, pero un amigo con el que conocí dos pilares de mi formación profesional: la literatura y la vagancia. Miguel fue mi primer amigo que no considero amigo, sino mas bien Maestro. Con Miguel Angel descubrí que me gustaba esa cosa de la ficción y los relatos, comencé a leer a Dino Buzzati, a Poe, a Bataille, a Apollinaire... y a frecuentar las librerías de viejo. En ese entonces también comencé a cultivar el hábito de traer una libretita para hacer apuntes, que al principio era una estrategia de la hueva para tomar apuntes de clases diversas sin tener que cargar una libreta para cada materia. Un dia Miguel vió mi libreta, que traía revueltos apuntes de la escuela, dibujos y fragmentos de cuentos, y me dijo que yo tenía que estudiar pintura. Como Miguel era mi gurú traté de entrar de oyente a clases de La Esmeralda y la ENAP, y como no conocía a nadie me presentaba con los maestros y trataba de enseñarles mis dibujos para mostrar mi capacidad y ninguno me aceptó, luego traté de revalidar materias para entrar formalmente. La Esmeralda me exigía el tronco común de Humanidades, así que mas bien, como yo venía del tronco de Físico-Matemáticas me tenía que chutar el CCH o la Prepa para entrar... ¿Perder otros tres años dentro de un aula para meterme a otra aula?... ¡Chinguen a su madre, mejor no estudio! Hasta la fecha me parece injusto ese asunto del pase automático, cuando veía lo que hacían los alumnos de cuarto y quinto semestre de carrera en la ENAP me parecía ridículo que no me aceptaran ni de oyente... ¡Que porque yo venía de Físico-Matemáticas! ¡Puta madre! ¡Yo podía hacer el cálculo de un punto sobre un mural a partir de cálculos trigonométricos, podía dibujar un tornillo con regla y a mano alzada, podía trazar una figura humana con la proporción correcta! ¿y no puedo ser ni oyente solo porque no conozco a los profes ni vengo de las gloriosas "humanidades"? Y luego de eso tuve qué ver cómo alumnos mediocres se vestían de "artistas" llenando blocks y blocks de mierda, sacando las clases con maestros complacientes ante la "expresividad"... ¡y esos pendejos estaban estudiando solo porque venían de "humanidades"! ¡y debiendo materias desde Prepa! El pase automático, la permanencia de alumnos que no aprueban materias en las escuelas de alto nivel y el rechazo sistemático de gente con formación fuera de el alma mater me siguen pareciendo prácticas injustas y discriminatorias. Desde luego, yo estaba a favor del Plan Carpizo de 1986, y me parecía insuficiente. Luego de ver las marchas y de ver como el CEU ganaba para no ganar nada entendí que las escuelas en México estaban entrando en una especie de decadencia de la que iba a ser muy difícil salir... y por fin, desistí completamente de ir a la escuela. Me metí mas a la mota, al alcohol y a la vagancia...
Con otro amigo, Mario Cruz, poeta, robábamos libros, él los vendía en las Islas de la UNAM a los señoritos que no querían pagar 3.50 de colegiatura al semestre pero que sí se gastaban con nosotros 25 varos de mota a la semana y se compraban tenis adidas. Nos repartíamos la ganancia y de ahí salía para las chelas. Luego recuerdo… recuerdo solo una nube de mariguana y noches de vagancia... ¡Ah! Y en esos días en que frecuentaba talleres literarios y ciclos de la Cineteca Nacional descubrí el café de Gabi's en la Colonia Juárez, en la Glorieta Washington: ese lugar fue mi refugio durante muchos años: ahí pasaba las horas estudiando con otros maestros de los que les contaré mas tarde.

¿A qué te dedicas actualmente?
A dibujar.

¿Qué fue lo que lo impulsó a dedicarse a esta rama en las artes?
No hubo una necesidad consciente. Nunca he dejado de dibujar, y lo de estar en esta rama de las artes (ilustración y comic) ha sido un evento fortuito… o pensándolo bien… sí: lo que me impulsó fue la necesidad de tener dinero, pero sin dedicarme a tareas desagradables, ya había sido obrero y no me satisfizo: mucha madriza y pagan una madre. Me gustaba dibujar y pos ahí me fuí.

¿Cuando inciaste, tenías alguna meta en especial a seguir (ser monero, ilustrador, diseñador, pintor)? ¿Cuáles son tus metas como ilustrador, monero, o comiquero?
No, nunca tuve una meta en particular, cuando me propongo algo como meta me empieza costar mucho trabajo y generalmente acabo desistiendo. De hecho, como todo adolescente, en mis inicios tuve muchas metas, quería ser escritor, fotógrafo, pintor, diseñador, al final creo que dedicarme al comic fue algo así como una cura para la esquizofrenia vocacional, es algo en lo que podía hacer de todo lo que quería hacer, escribir las historias, dibujarlas y/o pintarlas, me documento, diseño vestuarios, escenarios, personajes, máquinas, tomo fotografías, las inserto en los dibujos, diseño la página, determino la tipografía, la disposición de los textos… en México estamos acostumbrtados a ver al comic con mucho desdén, pero es una actividad muy demandante, me dediqué al comic, pero nunca fue esa mi meta. Volviendo al tema de que el comic es muy demandante, luego de hacer comic puedo hacer lo que sea en lo referente a las artes gráficas. En mi caso no solo actúo como diseñador, dibujante y escritor; al no contar ni con editores ni con editoriales de comic también he tenido que involucrarme con su producción, con los procesos de impresión, los aspectos jurídicos sobre propiedad intelectual, la distribución, la ardua tarea de la publicidad y al final las cobranzas y la pelea con los distribuidores… ¿y todo para qué? Para que la gente diga que haces “monitos”. Nunca tuve una meta de ser algo específico, quise dedicarme al comic para poder dejar de hacer muchas cosas y dedicarme a una sola, y al meterme en el comic acabé haciendo de todo. Ironías.

¿Podrías platicarnos un poco como fue que te empezó a gustar esto de la ilustración cual fue tu primera incursión en el ambiente gráfico?
Creo que la pregunta no es exactamente como la has planteado, pero otra pregunta recurrente en las entrevistas es: ¿desde cuando te gustó dibujar? es una pregunta obvia y merece otra respuesta obvia: me gustó dibujar desde niño. A todos nos gusta dibujar, tírale a cualquier niño un puñado de crayolas, y si no le tiras papel no le importa: comenzará a rayar las paredes enseguida. A todos nos gusta representar nuestra vida en gráficos, pero muchos lo abandonan, se limitan a la escritura, por convención social, o porque es suficiente y ya. Otros nos seguimos y vamos cultivando el dibujo, y al final otros más acabamos viviendo de esto, es decir: nos profesionalizamos. Preguntarle a un dibujante desde cuando le gustó el dibujo es como preguntarle a un locutor desde cuándo le gustó hablar. Ahora, regresando a tu pregúnta que bien formulada pienso que tendría que ser: ¿Cuándo te empiezas a dedicar profesionalmente a la ilustración? Antes de contestar voy a divagar un poco. Es interesante que en todas las entrevistas que me hacen los estudiantes no figuran las palabras "profesión", "profesional", "oficio", "trabajo", y sí figuran palabras como "monero", "ambiente", "mundo". Lo que detecto es que nadie ve esta actividad como una actividad económica y mas bien se piensa en ella como un "entorno" donde se concentran algunos entes "despreciables" o al menos "desdeñables", simples "moneros"... no me extraña que el ambiente de los "moneros" esté plagado de nerds y perdedores. Generalmente son ese chavo rarito que trae la libreta y que se esconde en el rincón de la fiesta, tímido y retraído... pero él piensa que en el fondo esconde ese genio que alguna chica bella e inteligente (y generalmente igual de nerd) va a descubrir... que bueno, eso existe, pero en mi caso... ¡vaya patraña! A veces pienso que ese rollo de los profesores en las escuelas, esa cosa de "exprésate libremente", "eso es demasiado técnico, tienes que ser tú mismo" es solo una coartada para no revelar sus deficiencias técnicas y de paso llenar las aulas de gente con problemas de reafirmación personal... resultado: un ejército de nerds que no sabe negociar con un cliente, no sabe buscar trabajo y mucho menos inventarse proyectos personales porque su actividad es un "entorno", una "placenta", un "refugio", no es una actividad con la cual salgas a comerte el mundo, una "placenta" donde lógicamente acaban con miedo preguntándose "¿tenemos futuro?"... pero no podemos pedirle mucho a los profesores, muchos de ellos nunca salieron a la calle a rajarse la madre y hay mas de tres que de adjuntos pasaron a profes y otros que empezaron a dar clase de tipografía solo porque el sindicato no dejó que los corrieran y la escuela no supo donde ponerlos. Nuestro sistema educativo está infantilizando a los estudiantes... pero en fin...

Vuelvo a la pregunta: Comencé a profesionalizarme, es decir: a recibir remuneración por mi trabajo, de manera informal. Andaba de vago, fumaba mota y bebía cerveza como irlandés... pero para seguir en eso necesitaba dinero: cuando le dije a mis padres que abandonaba la escuela se negaron a mantenerme, así que me puse a buscar dinero. Entre los varios oficios que ejercí conocí a un vato que hacía calcomanías pirata. Calcomanías Estrella, que pertenecía al Señor Estrella que vivía en el Cerro de la Estrella y ahí comencé... era mas o menos el año de 1984, me pagaba por dibujo 25 pesos, de los viejos, de antes de quitarle los tres ceros. Ese trabajo fue para mí una escuela de diseño y tipografía, pues tenía que redibujar lo mas fielmente posible los logotipos que me encargaban para luego reproducirlos en serigrafía. A veces me entregaban un recorte de revista donde el logo se veía en una foto, deformado y muy pequeño sobre la ropa de algún deportista: mi trabajo consistía en descifrar la forma original y dibujarla a un tamaño de 50 a 30 cms para poder reducirlo. Dibujo a escuadra y compás; mi práctica en el Dibujo Técnico Industrial fue fundamental. Otra parte del trabajo era dibujar cristos, vírgenes, transformers, calaveras y a ratos me daban chance de hacer diseños originales, algunos de los cuales tuvieron el honor de ser a su vez pirateados por otros piratas. Para mí el ser pirateado es una señal de triunfo. Andaba en eso y haciendo dibujos para carteles de sonideros en Ciudad Neza, le diseñé el logo al Perla Antillana y otros tantos... y ahí sí, según yo, cobraba un chingo: 100 pesos por dibujo.

¿Y como te ha ido, ha sido difícil esto de incursionar en el mundo, tal vez, mal llamado de moneros?
Para mí no, no ha sido difícil incursionar en este... ¿mundo?
¿"Mundo" como el "Mundo de Luis de Alva"?

"El mundo de los moneros"... suena bien para un programa cómico ¿no? Y así quieren que no se vea con desprecio a los "moneros". Mejor cambiemos la pregunta a: ¿Te ha sido difícil incursionar en el oficio de artista gráfico? Suena mas serio, ¿no?

No, no me ha sido difícil desde el momento en que no me propuse a estar en él. Les voy a contar:

Ganaba para la chela, para el café, y para mis libros comprados en las chácharas: estaba conforme, pues.Y me dedicaba a vagar, y vagando, dí con el café de Gabi's... Y fue ahí, en el café de Gabi's donde conocí a otro de mis maestros, quizá el mas importante y del que mas aprendí: Miguel Angel DaVila. Miguel Angel es Diseñador Gráfico autodidacta. Estudiaba arquitectura cuando se vió precisado a tener que trabajar y abandonó la carrera para entrar a la Renault en el área que se encargaba del diseño de los anuncios. Luego salió de la empresa y se dedicó al Diseño Gráfico por cuenta propia. En fin... que de Miguel Angel aprendí las cosas básicas que debe saber un ilustrador para "introducirse en el mundo de los moneros"... Número 1. Dónde conseguir trabajo. No tenía padrinos, ni relaciones sociales, ni era hijo ni pariente de funcionarios... ¿dónde? Entonces Miguel Angel me hizo dar el paso número 1: Comprar el periódico y buscar en los clasificados. Lo que conseguí no era un trabajo bueno, era mas bien mal pagado, pero era abundante y me hizo ganar lo suficiente como para salirme de casa de mis padres y rentar un departamento compartiendo con otra persona. Un par de divagaciones: La primera: no veo en la gente ganas de picar piedra, es decir: aceptan los trabajos malpagados porque no les queda de otra y aspiran a trabajos mejor pagados y de mayor exigencia creativa, pero suele suceder que no están a la altura, son mediocres y poco creativos. Pienso que uno siempre está picando piedra, el trabajo de hoy es el que te ayuda a aprender para el que sigue, mas allá de la paga el trabajar bien va conformando un aprendizaje, es cierto que no hay que regalar el trabajo, pero tampoco hay que regatearlo, ya aceptado el precio no debe haber remilgos por parte del dibujante, éste debe dar el 150%... 100% para el cliente y el otro 50% es parte del entrenamiento de todos los días, es la única manera de avanzar. Últimamente me he vuelto flojo con los trabajos que no me remuneran... pero vaya: son clientes a los que ya no me interesa decepcionar. Es un mal hábito de mi parte, debo reconocerlo. La segunda divagación: El crecimiento personal va de la mano del crecimiento profesional. Muchas veces las escuelas de artes visuales están plagadas de parásitos. Los planes de estudio han eliminado a las disciplinas duras del tronco común en la enseñanza artística y eso, aparejado con la falta de rigor técnico en las clases ha hecho que las escuelas de arte se conviertan en refugio de los que huyen de las matemáticas, las escuelas de arte son escuelas-barco, a donde se reúnen aquellos que con tal de seguir mantenidos de sus padres continúan en la escuela, porque saben que si se salen de la escuela tendrán que ponerse a trabajar... ¡y eso jamás! ¡Primero fósil! Por eso, cuando analizo a una persona, para mí es importante que viva lejos de sus padres, eso habla de que, de una manera u otra, esa gente ya está en contacto de la realidad, fuera de su "placenta". Recientemente regresé al barrio, a casa de mis padres, sólo espero que sea The Return of the Jedi, y no Back to Mom.

Y bien, volviendo al tema, luego de haber llevado a cabo el paso número 1, Miguel Angel me enseñó el paso... Número 2. Aprender a cobrar. Suena obvio, pero así es: se aprende a cobrar. Desde luego una cosa que no hará nunca la escuela es enseñar a tasar el propio trabajo. Era como el 89 cuando comencé a formalizar mi profesión. Recién había entrado aquel régimen fiscal inaugurado por Salinas que exigía la impresión y emisión de recibos de honorarios. Mi primer paso fue darme de alta en Hacienda... ¿enseñan eso en la escuela? Espero que sí, pues eso, antes de hacer un diseño o ilustración, es lo primero que hace uno al entrar al campo de trabajo. Al principio cualquier recibo con tal de cobrar. Poco a poco se va llegando al punto en que hace falta diseñar el propio recibo, exhibir una identidad a través de la papelería. Ponerme en contacto con el contador antes de darme de alta me sirvió para saber cuál sería el giro que registraría y que me permitiría tener mayores privilegios fiscales. Conviene darse de alta como "Artista Gráfico" o "Artista Visual", se pueden emitir recibos por Derechos de Autor, los cuales excentan del IVA y del ISR... aunque esas cosas son recomedables consultarlas con el Contador de su confianza, porque eso sí: el Contador debe ser como el Abogado y el Dentista: más que ser buenos deben inspirar muuucha confianza. Pero no quería hablar tanto de ésto, sino de la otra parte. Cuando Miguel Angel se enteró de cuánto cobraba por dibujo para lo de las calcomanías pirata se escandalizó. Yo al principio no entendí por qué la indignación y Miguel Angel me explicó: La ilustración, igual que cualquier otro producto mercadeable está sometido a las leyes de la oferta y la demanda, y el talento del ilustrador es mas rentable en la medida en que es mas diverso. Por mis características de dibujante mi estilo es diverso, el trabajo de plagio en la maquila pirata amplió mis posibilidades técnicas, puedo hacer desde un retrato realista hasta una caricatura, una "infografía", que ahora se le llama así a los diagramas (¡pinches yuppies mamones!), una composición libre para ilustrar poemas o de plano imitar estilos ajenos y actualmente hasta diseñar. Estas cualidades me vuelven rentable pues puedo resolver un mayor número de problemas al productor y al editor, así no vendo estilo, vendo soluciones, mi servicio es de alta calidad. Miguel me explicaba, si yo malbarato mi trabajo estoy restando campo de trabajo a otra gente que compite conmigo, estoy dañando a mi gremio, al reducir mi oferta concentro la demanda y le quito el pan a otros con menos talento o el mismo talento que yo: es decir: compito deslealmente... y además innecesariamente, porque si me ubico en otra vertiente de trabajo puedo beneficiarme cobrando más y elevando mi nivel de trabajo al entrar a circuitos mas exigentes... y así, pasé de la piratería a los medios impresos. Primero con esa chamba encontrada en el periódico, era en Editorial Selector y querían hacer libros de superación personal estilo Rius, y tuve la ventaja de que por el corte de la línea para la que me querían el humor estaba bien recibido; me tocaron títulos pendejísimos de "Cómo ser rico en diez pasos" o "Conseguir novia fácil", y de no haber sido que me permitían burlarme de los temas desde el mismo libro creo que hubiera sido un trabajo tedioso y hartante. Luego un golpe de suerte: Miguel Angel entró a trabajar como formador de el Suplemento CulturalEl Búho, de Excelsior. Ahí entré como mero ilustrador. Estuve así unos meses hasta que ocurrió otro golpe de suerte: El suplemento tenía como característica de primera plana hablar de una persona e ilustrar el artículo y/o entrevista con un retrato del personaje citado. Había tres caricaturistas de primera línea, dos de ellos me impresionaron fuertemente: Miguel Angel, otro Miguel Angel, que caricaturizaba sombreando con plumilla muy fina casi hasta el puntillismo logrando un acabado casi fotográfico, y Oswaldo Sagástegui, que distorsionaba los rostros que daba miedo, el parecido de los retratados se conservaba aún cuando Oswaldo llevaba los rasgos casi hasta la abstracción, lo de Oswaldo era muy curioso porque también era cartonista político de Excelsior y pintor por su cuenta, y todo lo excepcional que era como retratista, era malo como cartonista y regular como pintor. El tercer dibujante era Mauro, o algo así... Mauro era nornal, retrato sin complicaciones, olvidable. Y así formado el cuadro hubo una semana en que por diversas razones ninguno de los tres pudo o quizo colaborar, y Miguel Angel DaVila me pide un retrato para colarlo. Era la primera vez que hacía un retrato y Miguel Angel me soltó las directrices para ejecutarlo, podemos decir que literalmente me dirigió. Entregué el retrato, con el resultado de que si bien no le gustó del todo a René Avilés Fabila, el Director del suplemento, sí me tomó en cuenta para seguir retratando. Esa vez no ocupé la primera plana, pues ya la habían encargado a otra persona, y mi retrato no se publicó pues esa otra persona ya tenía el espacio ocupado. Seguí retratando y también ilustrando artículos interiores: entre René Avilés y Miguel Angel DaVila me siguieron dando impulso y espacio que me permitió desarrollar calidad y velocidad hasta el punto en que logré ocupar el espacio de primera plana que exigía un toque mas delicado para tratar a los mamoncitos del medio cultural mexicano que solo toleran ese pequeño punto medio donde las cosas están aún entre la crítica y la adulación... a veces me rebotaron algunos cartones, pero debo aceptar que sí me pasé de rosca, después de todo, en México la prensa está hecha para criticar y criticar ad nauseam, pero hasta cierto punto... solo hasta cierto punto. Sin embargo, andando en la calle, me topé con la revista Bronca, de Paco Taibo II, donde se convocaba a un concurso de comic... y desde que conocí Bronca y Heavy Metal, como que tenía la espinita de publicar comics. Bronca sacó una convocatoria a publicar y me puse a trabajar en ello, pero cuando tuve algo de material listo... Bronca desapareció... y así me quedé con un buen de ideas y ganas de publicar historietas. Llegó el 88, y el Frente Democrático Nacional con Cuahtémoc Cárdenas al frente me hizo dibujar cartón político en las mantas destinadas a exhibirse en las marchas. Fueron tantos los aplausos que recibí dibujando ratones Salinitas que pensé que podía abrirme brecha de cartonista político y empecé a buscar espacio en los diarios de circulación nacional... ¡ah, pobre tonto ingenuo charlatán! El puesto de titular de un diario es uno de los mas caciqueados del país, y si no te haces espacio desde el momento en que se funda el diario y/o revista política ya después es muy muy difícil entrar. Así, que rápidamente convencido de ésto enfilé mi artillería a otro suplemento: Histerietas, de La Jornada. Logré colocar algo, pero no me era suficiente para sobrevivir y mucho menos para pagar la renta de un departamento e independizarme de mis padres, así que inicié una táctica de guerra de guerrillas en todos los suplementos posibles. Tocando puertas logré publicar simultáneamente en varios diarios, el ámbito de los suplementos culturales está menos reñido por los dibujanteas de planta de los diarios, son espacios que no visten ni dan foro ni presencia como el cartón editorial... le hacen el feo, pues. Así que no era muy competido y por ahí me colé. Hubo un buen rato en que la misma semana aparecía en El Búho, Revista de Revistas y Plural deExcelsior, el Dominical de El Nacional, el Semanal e Histerietas de La Jornada y de vez en cuando en la cultural de El Financiero y en el suplemento cultural del Universal. Como ven, no me fue muy difícil colocarme, solo hay que ser necio, hacer mucha antesala... y desde luego, dibujar tan bien que el director de cualquier suplemento no dude en pasarte la chamba en vez de dársela a la gente de casa.

¿Cómo hacer para cotizar tu trabajo?
Saco la cuenta de mis gastos mensuales. Lo multiplico por dos, y lo divido en la cantidad de chambas por entregar. Entrego ese presupuesto, si pega, ya chingué.

¿Cuántos años tienes de experiencia y en qué has ganado esta experiencia?
Otra pregunta vaga que se puede contestar con otra respuesta vaga. Tengo tantos años de experiencia como años tengo dibujando, es decir desde moquito... y he ganado esa experiencia en cada dibujo que hago. Creo que lo que quieren preguntar es cuánto llevo como profesional y qué experiencia me ha redituado este tiempo... Profesional, profesional, formalmente, desde que me dí de alta en Hacienda... desde el 88... y la experiencia que me ha redituado es lo que he estado contando en las líneas anteriores.

¿Cuántos años tiene desarrollando sus habilidades?
A ver... otra preguntita de esas, muy muy relativa. ¿Desarrollando mis habilidades? Desde que tengo uso de razón. Siempre andaba tras un truquito o tip que me ayudara a dibujar mejor. Mis padres detectaron eso desde el inicio, mi padre siempre me allegó de libros. Mi padre era obrero y mi madre costurera, se conocieron en una fábrica de muebles. Mi padre estudió hasta la primaria y mi madre hasta 3o de primaria: obreros y con baja escolaridad, como que no había mucho para darme una formación muy sólida, pero sin embargo se esmeraron. Por parte de mi madre, nunca mne faltó El libro sentimental, ni La novela semanal, ni Lágrimas y Risas, y siempre trabata de imitar los dibujos que veía en ellos. Por parte de mi padre seguido me compraba libritos de estos que venden en el metro, manualitos de “Aprenda a dibujar fácil”, donde empecé a remedar los ejercicios que venían. Recuerdo también las lecciones de dibujo en el programa de Cepillín… ¡sí, ya sé! Me ruborizo al recordarlo, pero qué chingaos. Lo traigo a colación porque me gustaría comentar que los medios informales de educación, es decir, los que no están en la escuela: la familia, la tv, la radio, son elementos importantísimos en la formación de la población: yo soy población. Los pintores, los “artistas” se ríen cuando les digo que aprendí a dibujar con Cepillín y a pintar con Bob Ross, celebran el chascarrillo y pasamos al siguiente tema asumiendo que todo fue broma, pero para mí fue impagable a los 7 años ver a Cepillín dibujando paso a paso un barco en perspectiva usando como bases una línea, un triángulo rectángulo y dos rectángulos más; para mí fue impagable mas tarde ver cómo se usa el pincel abanico, el pochoir, ver cómo hace una veladura al óleo en medio de los “árboles felices” de Bob Ross… aprendí más de Cepillín, de Bob Ross y de los libritos de “Aprenda a dibujar” que me regalaba mi padre que de las escuelas de arte en el país. Los medios de educación informal son capitales en la educación de la población, es donde la gente mama el 30% de su educación, otro 30% se toma de las escuelas, y el otro 40% se toma de la familia y los amigos… y sin embargo seguimos sin una ley que controle a los medios de comunicación, seguimos asignando más dinero al pago del IPAB que a educación, y nuestras familias se siguen sometiendo a fuerzas desintegradoras porque unos se tienen que ir a trabajar a USA o porque simplemente hay que trabajar tanto que no queda tiempo para atender a los niños. ¿Qué puto país esperamos tener? Volviendo al tema. Otro elemento importante en el desarrollo de mis habilidades fueron los talleres de dibujo técnico. Llevé este taller en la secundaria y también en la Vocacional. Me ayudaron a comprender la estructura de los objetos, a traducirlos en formas geométricas básicas, a entender volúmenes, y desde luego, a entender la incidencia de la luz en estos volúmenes. El dibujo técnico no se enseña en las escuelas de arte… y no sé por qué. El único argumento que me parece plausible es que una cosa es dibujar con escuadras y otra dibujar con la mano suelta, a expensas de la “expresión”, pero es un argumento válido solo a primera vista, argumento solo avalable por alguien que ignora el uso de escuadras y compases. El dibujo técnico ayuda a educar el ojo, se percibe mejor la disposición de elementos en espacios bidimensionales y tridimensionales, se desarrollan capacidades para percibir las asimetrías, de repente ve uno una circunferencia chueca y enseguida lo detecta, se perciben mejor las irregularidades de una recta hecha a mano alzada, y paradójicamente, mejora el dibujo a mano libre; a diferencia de los médicos, los arquitectos suelen tener buena letra. Las escuadras sirven como una especie de muleta que ayuda a corregir fallas en los trazos… no en balde los arquitectos resultan mejores diseñadores que los que han egresado de las escuelas de diseño. En las escuelas de diseño se han excluído todas las disciplinas que exigen esfuerzo intelectual y sicomotriz, y no sé por qué. En algún lugar leí que el tronco común de La Esmeralda en los años 50’s incluía Geomtería, Anatomía comparada, Botánica… hijas del racionalismo europeo, las escuelas mexicanas de la primera mitad del siglo XX siempre buscaron cierto apego a las ciencias: eso ya se abandonó por completo en nuetros sistemas educativos, el conservadurismo chato y mipoe de nuestra sociedad ha ganado la batalla y se ha inclinado por los planes pragmáticos y directos de USA… pero con el detalle de que no tenemos una sociedad pragmática y directa como la gringa, en donde los jóvenes abandonan el hogar por presión paterna a los 18 o 21 años, y estos cambios en el sistema educativo solo han servido para que las escuelas de diseño y arte en nuestro país se conviertan en el refugio de gente que no quiere saber nada de matemáticas, física y química, alumnos que no están ansiosos de salir al mercado a ganar el mundo, sino de gente que con la coartada de que están estudiando solo buscan prolongar el apoyo que significa la lana que les dan sus padres... en un país en donde la gente a no abandona el seno paterno hasta los 30 años, cuando se casan… y a veces no dejan de vivir con sus padres (o sus suegros) ni casándose. No hay razón para que el diseñador y/o ilustrador desconozca el conocimiento científico, esta actividad tendría que ser por fuerza de personas cultas, se dibuja y representa lo que se conoce, lo que no se conoce no se puede plasmar, aún los objetos imaginarios requieren su dosis de conocimiento, y me atrevo a decir que requieren mas información que los objetos reales… ¿se imaginan a los ilustradores científicos que trabajan en la NASA tratando de representar la teoría del Quantum sin saber siquiera bases de física?... no, no se lo imaginan, nuestra sociedad no nos exige ni siquiera eso, solo quiere que rellenemos espacios de manera buena, bonita y barata, y para ello no hacen falta ilustradores que nos “ilustren”, hacen falta meros simios que den el gatazo y que cobren con cacahuates, divas a lo mucho. ¿Cuántos años llevo desarrollando mis habilidades? 42. ¿Cuántos años llevo de vida profesional? Es decir, viviendo de esto: 21.

¿Supongo que, como casi todos, has tenido que chambear de otras cosas, a qué mas te has tenido que dedicar?
¡Vaya preguntas! ¿De qué les puede servir esta info? Solo que sea para el detalle folklórico. He sido ayudante de carnicero, instructor de artes marciales, peleador de full contact (muy mal peleador, por cierto), macuarro, ayudante de topógrafo, volantero, el que dibujaba los precios en un Superama, paste-up en la SEP... ¿qué mas?... es de lo que me acuerdo por el momento.

¿Puedes decir que vives totalmente de la ilustración, o recurres a otros medios para sustentarte?
Actualmente puedo decir que puedo vivir totalmente de la ilustración. Pero me parece una actividad limitada, así que solo tomo los trabajos que me gustan o los que me reditúen mas dinero. Cuando me lo pagan hago comics u organizo expos y conferencias... otro ingreso que me ha permitido dedicar mas tiempo a los proyectos personales son las becas y los apoyos institucionales.

¿Me estoy poniendo demasiado directo con las preguntas?
Te estás poniendo mas bien obvio e impreciso... pero está bien, eso solo refleja lo desubicado que andas con respecto al oficio. Aunque imagino que en tu posición de estudiante, ¡y además estudiante en México!, esa desubicación es natural y comprensible. Dinos, la neta, tu le dirías a algún chamaco con talento: “Sí, dedícate a esto de la ilustración…” Si de veras tiene talento no hará falta que se lo diga, él se va a dedicar solito a pesar de lo que yo diga... muchas veces le digo a los que no tienen talento que no se dediquen a ésto, pero la necedad humana es a veces mas grande que cualquier talento. Hay gente a la que me he cansado de decirle: ¡Deja los putos monos y ponte a escribir! Pero ahí siguen, de pinches necios, rompiendose el lomo para ser moneros mediocres en vez de escritores divertidos. Es inútil decirle a la gente qué hacer, al final no hará mas que lo que quiere hacer. Si alguna persona llega a pedirme opinión es solo porque está insegura y requiere que le refuerce sus ideas: es todo. Para ser un cabrón, primero hay que saber aprender, hay que ser un buen alumno antes de ser maestro. Yo tenía un maestro en la secundaria, un maestro de español… malísimo… mas bien mediocre, pero tenía la pequeña virtud de soltar fracesitas célebres que me llegaban: seguramente las leía en el Selecciones del Reader´s Digest, pero a mí como que me llegaron varias y una que me gustó mucho fue:
El buen alumno aprende con, sin y a pesar del maestro.
Antes de buscarse quién los neteé, primero aprendan: con, sin y a pesar de sus maestros. ¿Que cómo se le hace? Leyendo mucho, estudiando, dibujando hasta que vomiten… chingándole. ¡A mí no me miren! Yo soy muy huevón, si por mí fuera yo no dibujaba, pero tengo que pagar la renta. Leía porque me gustaba, si tengo a la mano un PS2 o un XBox ya no agarro un libro… y eso de estudiar… pues como Calvin: si tengo que leer una novela primero veo en el Movie Data Base si ya hay versión en cine y me la chingo en dos horas. Pero creo que son lujos que me he ganado, ustedes… ¡a chingarle! Y el dia que uno de ustedes represente competencia para mí me tendré que poner a chingarle de nuevo… pero mientras: Soy Rey Tuerto en tierra de ciegos y reparto bendiciones como el puto Papa: “Tú sí tienes talento, tú no, tú me caes gordo y chingatumadre, tú tienes buena nalguita pero para que aflojes te voy a decir que sí tienes talento, tú sí, tú no”… ¡Chingao, parece uno cadenero de discoteque! ¿Se dan cuenta cómo la ignorancia cuando se generaliza es la que genera déspotas? Ahora, nosotros los que venimos empezando tenemos muchos problemas por como se ha situado la ilustración. Creo que hay muchos que van a coincidir conmigo en el hecho de que, la ilustración, esta devaluada. Siempre ha estado devaluada… ¿qué hacía un titán compo Posadas ilustrando notas amarillistas?... digo: ¡qué bueno que lo hizo! pero: ¿no es un ejemplo muy significativo? Ojo, quien descubrió a Posadas y lo reivindicó no fue un mexicano, fue un pintor francés que en 1925 escribió sobre Posadas en Revista de Revistas de Excelsior, si no ha sido por él los propios mexicanos nunca hubieramos valorado a Posadas, nosotros mismos somos incapaces de ver nuestro propio talento… si ni siquiera lo vemos ¿cómo mierda le vamos a poner precio? ¿Cómo seremos capaces de valuar y valorar nuestro propio talento?... Imposible. México, en general, no es un país que valore el trabajo. En el fondo el trabajo está mal visto o visto como una calamidad y basta ver nuestro comportamiento cotidiano para caer en cuenta de ello, cosas simples, el saludo mismo: Buenos días, ¿ya trabajando? Ps, ya ve, no hay de otra. Y yo me pregunto: ¿quiere decir que si hubiera de otra se estaría en esa otra?... ¿y cuál es esa otra? No trabajar. Otra que me llama la atención es la frase que se usa cuando la gente llega tarde o no llega: “Es que es Jefe”… y me quedo pensando: ¿es que los jefes se levantan tarde? Con esa mentalidad, si algún día esta persona llega a ser jefe, va a ser un jefe muy huevón… y en México la mayoría lo es porque no se compromete con su trabajo. Si nos ponemos a buscarle en la historia de México quizá detectaremos eso en la Colonia y hasta ya iniciado el siglo XX, cuando las clases populares sufrían bajo un esclavismo velado y el trabajo sí era una calamidad, trabajar para La Encomienda o para La Hacienda era casi firmar sentencia de muerte, los que lograban destacar eran promovidos a capataces, cuya tarea era castigar a quien no trabajara, estos que no trabajaban eran generalmente amigos de él o parientes. El capataz, que gozaba de ciertos privilegios, usaba este poder y ayudaba o tiranizaba, o hacía ambas cosas… ¿de ahí nos vendrá el influyentismo? ¿o esa actitud de mirar con recelo a quien va prosperando porque creemos que aquel que gane poder se convertirá automáticamente en nuestro enemigo? Puede ser. Aunque estas cosas ya existían desde las cortes renacentistas de Italia, y no se diga en las españolas que son las que heredamos. Y somos nosotros los que contribuimos a devaluarla aun mas.

Qué piensas, ¿crees que estamos en el hoyo? ¿Crees que eso de andar malcobrando los trabajos nos afecte a todos? ¿TENEMOS ALGUNA ESPERANZA COMO ILUSTRADORES? (Bueno, quitándole un poquito lo radical)
No, no suena radical... suena melodrámatico. Me da hueva tu pregunta pero voy a tratar de extenderme también en ésta y las que siguen. Una cosa va con la otra. Andar malcobrando nos afecta a todos. Pero también nos afecta, y más, ser unos maletas, el no tener el nivel suficiente como para salir y exigir que nos paguen más. Son círculos viciosos. Trabajamos mal porque nos pagan mal, y nos pagan mal porque trabajamos mal. No podemos exigir que nos paguen mejor si trabajamos mal, no está en nuestras manos eso del pago, y si lo hacemos enseguida nos corren para traer a otro que trabaje peor pero que cobre menos. No, por ahí no podemos romper el círculo vicioso. ¿Y si trabajamos mejor? ¿Si de repente nos volvemos como droga? ¿Si fueramos capaces de hacer a los editores adictos a nuestro trabajo?... entonces podríamos cobrar un poco más, y luego otro poco más y así hasta cobrar bien. El adicto habla de la droga con coraje, con ira, con decepción incluso… pero ante todo habla de la droga con respeto, y le tiene respeto, nunca desprecio, el adicto nunca devalúa la droga, ni aunque la deje. Cuando nuestro trabajo sea como droga ya no será vista como algo devaluado y devaluable. Solo así tenemos esperanza como ilustradores… y como diseñadores, ingenieros, abogados, políticos, choferes, taqueros, refresqueros, ejecutivos, cantantes, entrenadores de perros, buzos, cazadores, policías… solo así saldremos del hoyo. Lo demás es seguir queriendo hacerlo cada vez mejor. Como nota al calce, existen los casos de cabrones que ganan bien, viven bien de la ilustración… ¡pero dibujan de la chingada! Y eso nos confunde, nos hace dudar de si acaso no estaremos haciendo las cosas mal. No confundamos, nuestra actividad de diseñadores y/o ilustradores, pero sobre todo de freelance, se compone de dos partes: la creativa y la de venta. Hay veces en que un artista gráfico es malo, ¡qué digo malo: pésimo!, pero es muy buen vendedor, el cliente se ha hecho adicto no a su trabajo, pero sí a su puntualidad, su buen trato, su labia… en fin, que esa gernte a veces no vende trabajo de alta calidad, vende buen servicio: no entrega la gran chingadera, pero es solvente, puntual y saca del paso, y eso también se cobra. Está también el otro extremo, estos dibujantes que son una chingoneria andando pero siemprte andan pidiendo prestado proque nunca tienen lana… excelentes trabajadores pero pésimos vendedores, éstos o se buscan una pareja que los administre, o una agencia que les cobre mochada por trabajo, o se disciplinan ellos mismos o se los carga la chingada y quedan en ese limbo donde hay legiones de pendejos de los que todos se preguntan ¿por qué le fue tan mal si era bien chingón?

¿Estas más metido en el cómic, o en la ilustración y cuál es la diferencia entre ambos?
Esta es una duda muy interesante. Estoy metido en el comic por afinidad y en la ilustración por necesidad. La diferencia entre ambos es mucha, el problema es que desde la óptica superficial son muy parecidas, es decir, desde que la gente que desconoce los oficios desde adentro ve monitos y dice: es lo mismo. Y no hay nada mas falso. Voy a hablar de tres géneros en los que he ejercido: el cartón político, el comic y la ilustración. Los tres son géneros gráficos, que ni qué, eso es lo obvio, pero si tu pones en una mesa a un ilustrador, a un cartonista político y a un historietista lo mas seguro es que no tengan de qué hablar. Si bien los tres dibujan no están en lo mismo, el dibujo es sólo su vehículo y a veces ellos mismos pueden no estar interesados en desarrollarlo más de lo necesario. El cartonismo político es un género PERIODÍSTICO. Lo mas seguro es que el cartonista tendrá mas puntos de vista qué compartir en una mesa con otros periodistas. El cartón político emite opiniones y su virtuosismo dibujístico puede o no existir, es el caso de Rius que dibuja con las patas, pero su cartón político es eficiente. El cartonista político requiere formación periodística. La ilustración es un género que linda con la GRÁFICA y la PLÁSTICA, está mas emparentada con el grabado y la pintura, aquí sí se requiere que el resultado visual sea agradable a la vista. Si ponemos al ilustrador en una mesa de pintores y grabadores va a tener más de qué hablar. El historietismo es un género NARRATIVO, su fin es contar historias. La destreza que el comic exige al dibujante va en relación al tipo de historia, hay historias que exigen a un virtuoso que sepa de anatomía, ambientación, perspectiva, y hay historias, como en el caso de Trino, en las que basta con tres rayitas muy bien puestas y mucha chispa para ser eficiente. Sin embargo, el hecho de que el comic sea narrativo exige al dibujante la capacidad de contar cosas y dejarlas en claro, de nada sirve un genio de la ilustración que hace cuadros fenomenales y que a la hora de hacer comics no se entiende nada de lo que pasa en la historia. Al historietista hay que ponerlo en una mesa con cineastas o escritores. En lo personal creo que en las escuelas de artes visuales estas materias deberían existir como diplomados o materias no obligatorias. ¿Ya sabes dibujar, tomar fotos o pintar? Okey, ahora vamos a orientar tus capacidades hacia una actividad en específico. En el curso de “gráfica aplicada al periodismo” se orienta a los pintores y grabadores al cartón político, se les enseña a emitir críticas y opiniones claras en una sola imagen. A los fotógrafos se les entrena en la fotografía periodística, se les orienta para buscar elocuencia en sus tomas. En el curso de “Ilustración” se les enseña a trabajar en función de un diseño, al fotógrafo se le entrena para pensar sus encuadres tomando en cuenta espacios tipográficos o a hacer encuadres descriptivos… deberían ver lo frustrante que es mandar a un fotógrafo a hacer fotos de una fábrica para un folleto y que te vengan con fotos muy artísticas pero donde nunca se ve descrita la puta fabrica. A pintores y grabadores se les capacita para hacer infografías (así le llaman ahora a los diagramas) e, igual que al fotógrafo, a pensar que su despliegue siempre va en función de un diseño. En el curso de “gráfica aplicada a la narrativa”, se le enseña tanto a fotógrafos como pintores y grabadores a narrar, a contar historias, y de paso se les enseña a elaborar history boards, que es el uso práctico que se le da al comic en la elaboración de cine y video. Y desde luego los tres cursos deben estar involucrados con un fuerte ejercicio de lectura de comprensión e interpretación. Así la gráfica puede ser al vaso comunicante entre todos los medios expresivos, desde los literarios hasta los interactivos. Esto, como propuesta y sueño guajiro. Para que estas especializaciones funcionen primero habría que modificar todo el tronco común de Artes Visuales... y desde luego, formar alumnos mejor capacitados desde la primaria: es impresionante ver cuánto ignora la gente aún estando en el bachillerato. La educación básica, la primaria, debería ser suficiente para que una persona tenga el conocimiento suficiente para deempeñar un puesto de obrero o empleado, un egresado de secundaria debería tener el conocimiento suficiente para poner un negocio propio, por lo menos. Y así... una población así además sería consumidora de cultura: probablemente yo podría vivir de la venta de mis comics.

Esto es mera curiosidad, pero ¿cuáles son tus cómics preferidos?
Ahora ninguno… me gusta mucho el dibujo de Mignola y en un tiempo Dave McKean me trajo loco. Calvin y Hobbes de Bill Waterson es la neta, ese y Boogie, el aceitoso de Fontanarrosa son los que sigo releyendo de vez en cuando.

¿Has tenido influencias que te hayan servido para tu desempeño?
Si, muchas. Del cine muchas, Blade Runner me marcó a mí y a mi generación, el Drácula de Coppolla. Dave McKean me influyó mucho, Moby Dick, de Melville, Gabriel García Marquez, Rius no se diga, Luis Fernando, Fontanarrosa, Rulfo, las enciclopedias de la Salvat, Posadas… son las que me vienen a la mente.

¿Qué técnicas sueles utilizar en tus trabajos?
Antes usaba tintas y acrílicos sobre papel, usaba opalina, si el trabajo era a tinta, y columbia, si era a color. Ahora todo es lápiz y Photoshop… ¡Dios bendiga a Photoshop!

¿Qué podrías decir de Operación Bolivar, tuvo algun fin específico?
No tuvo otro fin mas que hacer comic de puro gusto, sacar algunas ideas que me rondaban en la cabeza y de paso demostrar que se puede hacer algo mas acá.

¿Algun dato que pueda aportar sobre el tema de la ilustración en México?
Ninguno, mejor si tienes dudas pregúntame, ya ves que se me dan las entrevistas.

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